jueves, 2 de junio de 2011

Matemos al estudiante de teatro marplatense


Déjennos comenzar este post, ilustrados lectores, aludiendo a una cuestión central en el campo de la filosofía, a la que intuimos (por la calidad de sus comentarios) que están tan apegados. Nos referimos al problema largamente considerado del Devenir y la Inmutabilidad. Entendemos que les rompen las pelotas los posteos largos, y aunque –honestamente- nos chupe un huevo, tal vez los tranquilice saber que no pretendemos extendernos demasiado en el asunto… Sólo lo necesario para demostrar que hay un evidente, sólido lazo, que une los preceptos de Parménides y Zenón de Elea con el estudiante de teatro marplatense.
La cosa es así: hace unos 2600 años, más o menos, un señor llamado Parménides se ocupó de plantear algunas cuestiones referidas al ser, al ente. “Todo lo que es –dijo el tipo- es el ente; y es necesario, único, inmutable, inmóvil, inengendrado, imperecedero, intemporal e indivisible”. Tomá mate: de un plumazo el loco negó, entre otras cosas, la realidad del movimiento. “Lo que es, es inmóvil”, dijo.
Un discípulo y coterráneo suyo, Zenón de Elea, se despachó unos años más tarde con varias aporías, que seguramente les suenan, ya que fueron tópico frecuente de conversación en los pubs cancheros de la estimulante noche marplatense. Son las famosas paradojas sobre el movimiento: la aporía de los segmentos infinitos, y la de la bizarra carrera entre Aquiles y una tortuga. Según Zenón –y no lo vamos a contradecir nosotros-, el movimiento no es posible: “Todo movimiento, aun el menor arranque inicial, es imposible por el hecho de que presupone la superación de infinitos puntos (o segmentos) intermedios”. Dijo eso, y dijo que en una carrera entre Aquiles y una tortuga, por más velozmente que corriese el glorioso guerrero aqueo, siempre ganaría aquélla. Lo dijo, en serio. Si no nos creen búsquenlo en la wikipedia, no jodan.
Pues bien, lo que venimos a plantear, arponeros queridos, es que no hay manifestación más clara, prueba más irrefutable de la verdad que encierran los planteos de Parménides y Zenón de Elea, que la existencia del estudiante de teatro marplantense: eso sí que es un ente. Estudiante Neófito de Teatro Eternamente (ENTE), podríamos aventurar… pero es un poco forzado, lo reconocemos.

El asunto, señoras, señores, es que el marplatense que estudia teatro prueba con creces que el movimiento es imposible, que la inmutabilidad es esencial al ente. Ojo, se entiende: ¿quién quiere mutar su condición de estudiante por la de “actor realizado”, sabiendo que el rotundo fracaso es, lejos, la suerte más clara que se puede esperar? Hay más chances de cogerse de parado a Lady Gaga sobre una bicicleta sin rueditas, que de conseguir un pasar digno como actor o actriz en esta fecunda ciudad.
Lo que queda, entonces, es vivir de la ilusión. Armarse una burbujita de pedos, en la que el ente pueda sentir que es un artista incomprendido; la encarnación de los ideales de Stanislavski, Grotowski, Barba, Strasberg y Pipo Pescador juntos, en un medio hostil; un intérprete tanto más genuino y verdadero cuanto mayor silencio le devuelva la platea despoblada, sin quebrar su –autista- obstinación.
Todos conocemos a alguno de estos ejemplares, seguro que sí. Todos tenemos cerca a alguno de estos entes… los reconocerán porque cuando alguien les pregunta, “¿y vos qué hacés?”, responden con una sonrisa como de máscara, y cierta patética solemnidad: “Estudio teatro”. No dicen Trabajo en un supermercado, Mi viejo me pasa plata o Me rasco el escroto en una dependencia municipal, no. Dicen: “Estudio teatro”, como si dijesen Soy libre, He alcanzado una verdad sólo reservada a unos pocos o Tengo la suerte de haber descubierto tempranamente en la vida cuál es mi afortunado sino. Déjense de joder, chicos.
Pero lo que espanta, lo que de verdad da escozor, es todo lo que encierra esa breve afirmación. “Estudio teatro” quiere decir que el sujeto en cuestión ha atravesado, cargado de convicción, todas, o una buena cantidad, de las siguientes estaciones:
- Fue a un taller de juegos teatrales, en el que descubrió las posibilidades expresivas de su corporalidad. Allí: se frotó con personas prácticamente desconocidas; se arrastró –en jogging y camiseta- lustrando el piso mugriento de una sala tenuemente iluminada; y dijo largos textos utilizando una sola vocal, riendo con ganas, como si de verdad fuese gracioso.
- Asistió durante un tiempo a algún curso de clown (tal vez al tuyo, Yanícola, fiel lector de nuestro blog), porque sintió, como una revelación, que detrás de una naricita roja cualquier cosa era posible. Allí: se frotó con personas prácticamente desconocidas; practicó con fervor místico la “mirada a público”; “descubrió su clown interior”, al que bautizó con un nombre absurdo, y de quien habla –aún hoy- en tercera persona; participó de una varieté con un sketch pedorro, y prácticamente improvisado; y descubrió que, detrás de una naricita roja, uno sigue siendo el mismo pelotudo, pero bastante más ridículo.
- Se anotó en el taller de teatro de la universidad, porque pensó que, lo que en realidad necesitaba, era tener una base sólida en su formación actoral. Allí: se frotó con personas prácticamente desconocidas; aprendió a criticar a sus compañeros, y las obras de teatro a las que asistió desde entonces, con palabras importantes y feroces; descubrió el “teatro serio”; lloró en memorias emotivas, como si estuviese masturbándose en público, y le encantó sufrir acordándose de cuando se le murió aquel pez globo, reventado de comida.
- Fue a un seminario de Contact Improvisation, porque le agarró el gusto a frotarse con personas prácticamente desconocidas. Allí: se frotó, mucho, con personas prácticamente desconocidas.
- Se anotó en la EMAD, porque pensó que, bueno, al fin y al cabo, un título no viene nada mal. Allí: se frotó con gente que, a esta altura, ya conocía de todos los lugares anteriores; fue al pedo la mitad de los días, porque hubo paro, o faltó el profesor, o hacía mucho frío y no daba para hacer nada; y se fumó las puestas pretenciosas y pedorras de sus compañeros y compañeras, haciendo que aquellos se fumaran luego las suyas.
- Participó de intervenciones públicas, o performances, en las que se buscaba sorprender con un acto dramático e inusitado a personas que no lo habían solicitado y a quienes, en rigor, les daba bastante vergüenza ajena ver a un grupito de salames embadurnados de merengue y bailando alrededor suyo, muy cerca, como jugando al tradicional “¡El aire es libre, el aire es libre!”. La puta que los parió: si quiero ver teatro voy a pagar una entrada y sentarme en una butaca. No me jodan.

Simultáneamente a todas estas experiencias, nuestro ente fue presentándose a todos los castings habidos y por haber: publicidades televisivas en las que no quedó porque buscaban otro look, por lo visto sólo conseguible en Buenos Aires; cortos de estudiantes en los que, desgraciadamente, sí quedó, y luego anda mostrando como si fuesen maravillosos; películas que iban a revolucionar desde Mar del Plata la historia del cine nacional, pero nunca llegaron a realizarse; etcétera…
En fin, para ir cerrando este post, y que no lloren nuestros lectores menos lectores, podemos concluir que Parménides y Zenón de Elea fueron dos auténticos grosos en la historia del pensamiento, pero olvidaron atribuir algunas otras características al ente que definieron: a las ya mencionadas cabría agregar que éste es inconstante, inmaduro, insoportable, inseguro e improductivo. Un auténtico plomo.
El estudiante de teatro marplatense es una de las más radicales manifestaciones de nuestro patetismo local, una casta de sobresalientes impostores que merece, a no dudarlo, el arponazo definitivo.

71 comentarios:

g. dijo...

de lo mejor que leí, y pese a conocer su afección por bardear al localismo local, dejenme decirles, estimados, que eso que cuentan se reproduce en todas las ciudades (más allá de su ciudad semi pueblo, a juzgar por el salvajismo de "pueblo chico infierno grande" de sus comentaristas)
como buena porteña voy a alardear hasta del defecto: multipliquen eso por cien (me quedo corta) y súmenle estudiar guión de cine. ahí van a entender lo INSUFRIBLES que son todos esos lelos acá en ciudad de buenos aires.
salú!

Anónimo dijo...

jeje, muy bueno este post! g. debe tener razón, la tipa sabe. salut!

Anónimo dijo...

Buen post, sin dudas!
A diferencia de "Matemos a los que leen poesía", me parece que acá se nota un trabajo de campo más profundo.

Anónimo dijo...

Es en un sitio como este, donde veo todo lo que puede producir mar del plata... puterio y mierda, sacarse los ojos entre todos por imbecilidades del momento.

Pocas veces vi tan confirmada la mecánica de Tinelli fuera del programa, pero acá, se nota cual es la formula del éxito:
Tirar mierda
+ Algunos boludos se creen que es verdad
+ Otros saben que es en joda
= Exito

Entendamos que uso "éxito" en la forma en que mdp puede generarlo, no lo definamos como el pensamiento colectivo de la palabra éxito.

Lo mas interesante es preguntarme si todos los participantes pueden ver que esto es lo máximo a lo cual pueden aspirar, a un lugar de mierda y puterio, desde sus contenidos, hasta sus reacciones.

Anónimo dijo...

durísimo

Anónimo dijo...

ya tenía que venir a joder un pelotudo...

Denise dijo...

¡¡Ja ja ja ja jaaaa!!!

Anónimo dijo...

El Séptimo fuego, pedorro y sectario hubiera merecido un párrafo aparte.

AndyPeCas dijo...

Te podría decir tantas cosas, pero la verdad una palabra francesa abarca todo lo que quiero decirte: Chapeau!

Marcelo dijo...

¡No tengo palabras! Lo vuestro es una superación permanente que ya merece el libro (de hecho estoy pensando seriamente en editarlo en forma clandestina. Una de las pocas cosas que me da esperanzas de Mar del Plata es que exista MATEMOS A LAS BALLENAS!!!!

Anónimo dijo...

Pará! si hay publicación, quiero mi parte de los derechos. Ahí botoneo quién es quién en cada posteo y me adjudico alguno más.

Anónimo dijo...

He vivido rodeada por gente que hace teatro: y he padecido las diferentes formas del teatro marplatense. Me he cagado de frío y embole. Y encima después he tenido que mentir diciendo que me gustaba a obra.
Me ha enojado especialmente que hagan intervenir al púlico: que lo jodan, lo mojen, etc.
Dicen que hacer teatro en mdp es duro. Pero no saben cuánto más duro es mirarlo!

Anónimo dijo...

Quiero estudiar teatro y nop terminar así. Alguna recomendación sobre donde ir y donde NO ir?

Anónimo dijo...

g. tu blog es una mierda, como este, tenes más lugares comunes que alejandro sanz.

Anónimo dijo...

Carolina Bugnone
Carolina Bugnone
Carolina Bugnone
Carolina Bugnone
Carolina Bugnone

Por qué sacan tu nombre del blog?
No borren los comentarios viejo! Qué cada uno se haga cargo de lo que dijo y lo que le toca.

M. dijo...

Y eso que no se han "topado" con los Estudiantes de Teatro mendocinos: por dió!
Al que escribió el post:
BSM

Anónimo dijo...

Lo que me jode de los estudiantes de teatro es que quieren ser vistos TODO el tiempo y exponen al otro (sin haberlo pedido) solo para poder seguir luciendo ellos con su extrovertida forma de moverse.
Además empiezan a cursar dos materias y ya se creén que son Antony H.
Verborrágicos,hiperquineticos y egocéntricos...matemos a los estudiantes de teatro!.

Anónimo dijo...

alguien que diga quien escribió éste post.

Anónimo dijo...

parece que el ultimo anonimo es medio pelotudo o no sabe lo que es firmar como anonimo
y quien carajo es carolina bugnone?
esta bueno el post

Anónimo dijo...

"se frotó con personas prácticamente desconocidas"
mierda, estuve perdiendo el tiempo con las malditas clases de yoga...

Anónimo dijo...

Pongo carolina Bugnone cada vez que se me ocurre. Algún problema? Por qué jode tanto? Qué es la mafia rusa que no se la puede nombrar y es a la única que sacan de los comentarios?

Anónimo dijo...

hacete ver...

Anónimo dijo...

la pija? Sí, lo hago a la salida de un colegio todos los días.

Anónimo dijo...

Feliz día del periodista (¿?)

Qué se yo, se le dice periodismo a cada cosa que hasta ustedes podrían ser periodistas.

Anónimo dijo...

no borren los mensajes, putos.

Lili dijo...

Buenisimo el post!
Agrego. Qué pedorras las clases de teatro de Viviana Nomeacuerdo cuánto del séptimo fuego, todo bien las puestas, pero las clases, una merda.A mi me gustaban las clases de Lozano, medio loco el viejo, pero daba flor de clases.
Gracias x las tiernas cosas q me evocan, por hacerme reir de la pelotudez marplatense que tanto detesté.

Anónimo dijo...

Matemos a Eduardo Gilio (aunque no se si no se lo llevó puesto el viento de Villa Gesell). El tipo comanda una especie de secta teatral en la cual él es una deidad al que hay que venerar y dar ofrendas.

Anónimo dijo...

Viñao es un gran actor y ademas simula muy bien con sus idenitdades falsas

Anónimo dijo...

Me parece que no disimula, sino que tiene identidades múltiples.

Anónimo dijo...

Lo gracioso de la gente de teatro es que se pelean y critican entre todos... y son iguales!

Anónimo dijo...

Che, pregunto: ¿hay algún actor marplatense que haya triunfado?
Me refiero a algún actor, no al nabo de Fabio Posca y los hermanitos surfistas...

Anónimo dijo...

Hay un flaquito que no me acuerdo como se llama pero ya lo vi dos veces haciendo un monólogo de Pavloski, en el que se pone un camisón y se tira al piso con cara de virgen violada... por diooooo!!! es un paquete!!!

Anónimo dijo...

La cantidad de cagadas que me fumé este verano pensando que iba a ver obras de teatro... ¡Maten a los truchos que hacen cualquier boludez y te fajan treinta mangos diciendo que hacen teatro! ¡Que corra la sangre!

Anónimo dijo...

La verdad es que me quedé pensando en eso de "se frotan con gente desconocida"... Me dieron ganas de ir a frotarme un rato, digo, a empezar mi formación actoral. Visto así, suena interesante. ¿Dónde hay que ir?

Anónimo dijo...

Sergio Gonal es actor?

Anónimo dijo...

tinelli es periodista?

Anónimo dijo...

Favio Posca estudió con alguno de acá? no parece

Anónimo dijo...

Cuál es la sala más mugrienta? El séptimo fuego, el club del teatro o el galpón de las artes?

Anónimo dijo...

Y Escena Abierta?

Anónimo dijo...

Y América Libre?

Anónimo dijo...

Igualmente el Cortázar les ganaba a todos por afano.

Anónimo dijo...

No saquen los comentarios sobre Carolina Bugnone putos!

Anónimo dijo...

Che esa Lili como buena profesora de Letras se leyó todo y hasta le hizo un análisis a lo Bajtin. Da para tomarse esto tan en serio?

nosoyLili dijo...

es verdad! yo tambien pienso que no da eso de leer dos o tres posts de un blog y dar una opinion fundamentada, qué onda. Mirá que hay gente desubicada, eh. Menos mal que esa clase de giles entran un par de dias, por la novedad, y nunca más en su vida.

Anónimo dijo...

A mi matemos me genera adicción. Siempre entro a ver si escribieron algo nuevo o si bardearon a alguien que conozca en los comentarios.
Pero lo que me molesta:
1- Los pelotudos que se lo toman en serio. Literalmente: que esta gente quiere matar ballenas, que esta gente quiere matar a alguien, o siquiera que tiene odio por aquello que critica. Escriben odio el blanco (y lo fundamentan gracioso) y odio el negro (y lo fundamentan gracioso).
2- Los pesados que te cuentan su vida al estilo "yo hice teatro en 1998 y no era para nada así".

Anónimo dijo...

3-Los pelotudos que te cuentan todo en listas...

Anónimo dijo...

Hola me llamo Salomar, soy cantautor marplatense.

Anónimo dijo...

supongo que el que escribió ya dejó de estudiar teatro. se habrá "recibido"? cuándo te recibís de esto?

Anónimo dijo...

Estudiar teatro es como hacer terapia, no termina nunca.

Anónimo dijo...

Un post más
Y no jodemos más


J

Anónimo dijo...

Martín Zariello me garche tu novia el domingo, gilllllllllllllllll

Anónimo dijo...

Hola me llamo Agustín Viñao y soy paralitico, amo las computadoras y a mi hermano Gonzalo. Me divierte hacer el twitter de matemos a las ballenas y estar con amigos.

Anónimo dijo...

Zariello no se la morfaba a la señora de la librería?

Anónimo dijo...

La de Sibelius está más buena que comer pollo con la mano. Quién no se hizo el que iba a buscar un libro para mirarla?

Anónimo dijo...

pobre Vicente Grondona (h)con l a negra esa de sibelius

Anónimo dijo...

¿Qué negra?.¡Yo hablaba de la petisa!

Anónimo dijo...

Nada que ver meterse con Agustín Viñao. Un día al mediocre escritor que se esconde tras su blackberry lo van a cagar a patadas.

Anónimo dijo...

Zariello dejate de joder y hacé algo más productivo que tus blogs. Laburá, terminá la carrera. Si te pasás la vida frente a la compu las minas se van con tipos menos pajeros.

Anónimo dijo...

¿Quién es el que se esconde atrás de su blackberry?

Anónimo dijo...

quien carajo es agustin viñao?

Anónimo dijo...

Dejenle saludos en el blog a Zariello, autoadmitido cagón.

http://ilcorvino.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Perdido entre tanto famoso marplatense intrascendente.

Anónimo dijo...

¡muy bueno! Gracias por el link del blog.

Agustin Viñao dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Agustin Viñao dijo...

Anónimo dijo...
Hola me llamo Agustín Viñao y soy paralitico, amo las computadoras y a mi hermano Gonzalo. Me divierte hacer el twitter de matemos a las ballenas y estar con amigos.

18 de junio de 2011 12:21

Pensar que poner las cosas como Anonimo te salva de mostrar tu estupidez? no, al contrario, la muestra de una forma mas evidente.

Sali del anonimato y hablamos, es mas, si queres hablamos sin tener la limitacion de discriminar como lo estas haciendo.

No entiendo como llegan a poner mi nombre en estos comentarios, se ve que son tan mediocres que no les alcanza con su vida inutil que tienen que poner nombres de otros con algun termino intentando que sea despectivo para ver si hacen algo que les intente sacar su miserable vida de la mediocridad de su dia a dia.

Anónimo dijo...

Los que alguna vez estudiamos teatro, me excluyo de esta tipología, nos hemos fumado a unos cuantos que querían dedicarse seriamente a la actuación. Seriamente no se puede hacer nada en un tugurio sin calefacción marplatense

Anónimo dijo...

esto lo escribió un estudiante de teatro, qué garca, vas y después criticás todo
de cuarta

Anónimo dijo...

Este lo escribió Barbara Gasalla, que sabe mucho de frotarse con gente.

Anónimo dijo...

No! Este lo escribió Alejo Salem que hace teatro!

Anónimo dijo...

genial este post! y esto:'nuestro ente fue presentándose a todos los castings habidos y por haber: publicidades televisivas en las que no quedó porque buscaban otro look, por lo visto sólo conseguible en Buenos Aires; cortos de estudiantes en los que, desgraciadamente, sí quedó' es tal cual, verlos en los castings es impagable

Anónimo dijo...

valiosas aguafuertes marplatenses.