martes, 20 de diciembre de 2011

Matemos a los que se ríen de sí mismos


Cansaron. Impusieron la moda, se instaló, se plagió, se propagó y ya nos tiene las bolas por el piso.
Crearon una mística de la fantochada que, a esta altura, se vuelve puro conformismo. Y sí, reírse de sí mismo lleva, indefectiblemente, a resguardarse en eso que hacemos mal o no sabemos hacer; a adjudicarse alguna característica chota o algún defecto físico evidente sin vergüenza, a asumir impunemente inoperancias de cualquier tipo; en fin, a jactarse de la propia mediocridad legitimándola con un “me hago cargo” y el humor como salida airosa.
Ya basta, muchachos. Reírse de sí mismo es la mayor impostura: es una especie de soy así, lo asumo y no sólo no voy a hacer nada sino que te lo vas a fumar bajo la forma de un chiste digno de Beto César.

Muerte súbita para:

  • Los padres que se jactan de ser malísimos para ponerles límites a sus hijos (mientras éstos cagan a pelotazos a una persona de la tercera edad).
  • Los profesores de Educación Física que se justifican para evitar cualquier tarea, bajo el pretexto de que son… profesores de Educación Física.
  • Los que ironizan sobre su incapacidad para socializar porque son “producto de la época” o tienen intolerancia social por consumo medicamentoso.
  • Los gordos desinhibidos a los que no les importa una mierda pasear sus panzas peludas (existe el XXL, hijo de puta).
  • Los gestores culturales que se ríen de algunas de las actividades que organizan pero, al menos, “difunden cultura”.
  • Los que se asumen incapaces de cocinar y en realidad ocultan su vagancia profunda, su disposición a ser perpetuos comensales o, simplemente, su machismo no declarado.
  • Las minas/tipitos: se enorgullecen de vestirse así nomás, no usar tacos ni maquillaje, andar despeindadas y bardean la revista Cosmoplitan (pero en su fuero íntimo querrían tener gomas, ponerse electrodos para levantarse el culo y hacerse depilación definitiva).
  • Los dibujantes pedorros que asumen que roban con sus pésimas caricaturas pero no importa porque hacen humor político.
  • Los médicos que no mejoran un choto esa letra de mierda, porque están ocupados en “salvar vidas”.
  • Los cínicos que no te dejan pasar una porque, en realidad, no pueden evitar su propia incapacidad afectiva.
  • Las minas que te avisan que son insoportables en “esos días” cuando en realidad son inaguantables todos los días del mes.
  • Los flacos que se reconocen inútiles para usar un taladro bajo el pretexto de que Menem eliminó las escuelas técnicas.
  • Los que se caracterizan como antideportivos para ni siquiera esforzarse en dar una vuelta a la manzana.
  • Las madres desfachatadas que usan un hilo dental como malla o exhiben una cicatriz peor que la de Nelson Castro, pero se cagan en todo porque tuvieron tres hijos y todos por cesárea.
  • Los profesores de colegio secundario que, después de hacer chistes sobre la ignorancia de sus alumnos, no pueden responderte una puta pregunta de su disciplina en una cena esgrimiendo que estudiaron hace mucho y ahora se trabaja con un libro, al que por supuesto odian.
  • Los periodistas que después de hablar o escribir sobre algún “problemita” en algún país de la loma del culo, reconocen que no saben ni dónde está ni cuántos continentes tiene el mundo.
  • Los que se vanaglorian de tener poca memoria o la atención dispersa pero te lo avisan una vez que les explicaste cómo llegar a Villa Pehuenia o el modelo agroexportador.
  • Los guardavidas que están para atrás (excedidos de peso y con las rodillas jodidas) pero aducen años de trayectoria mientras morfan churros y se ríen desde lejos del pelotudo que ya empezó a dar manotazos en el agua.
  • Los “aves”: los avaros hijos de puta que siempre te cagan, se morfan todas las empanadas de carne, llevan una Goliat pero se toman todo el tinto que garpaste vos y cuando hay que pagar, o no tiene cambio o te hacen un chiste sobre su conocida mezquindad mientras te palmean la espalda.

15 comentarios:

g. dijo...

ya dije que los quiero? debo ser de las pocas personas que lo dice, pero los quiero, boludos, los quiero.

Anónimo dijo...

No nos dejan nada! ni siquiera la máscara cobarde de burlarse de uno mismo!Putos!

Anónimo dijo...

Buenísimo! de los que más gracia me han causado.

Anónimo dijo...

Zariello es millonario?

Nonimo dijo...

Yo empece a reirme de mi mismo como una herramienta defensiva ante las cargadas de los demás. El problema es que llevé este ejercicio al punto que ya me odio profundamente, más que cualquier enemigo real o ficticio que pudiera tener.

Anónimo dijo...

reírse de un mismo no tiene chiste, no hay efecto cómico posible porque siempre se sabe el remate.
lo mejor es reírse de los demás, especialmente de la gente que se cae en la calle.

Cine Braille dijo...

Los que se vanaglorian de ser malos conductores... mientras te llevan a tu casa.

Anónimo dijo...

Tonta pobre tonta, una soñadora. Volvió a caer, no se puede creerrrrrrrrrrrrrr

Anónimo dijo...

Tonta pobre tonta, una soñadora. Volvió a caer, no se puede creerrrrrrrrrrrrrr

Anónimo dijo...

Evidentemente Bárbara se comió a varios. Los guarda en su panza. Como al lobo hay que abrírsela para rescatar a varios pequeños escritores.

Anónimo dijo...

quien es la soñadora? barbara?

Anónimo dijo...

Desesperada por salir con un tipo conocido.Ya no sabes que hacer para figurar piba.

Para cuando los minishorts de Adrianaaaaa? Que se venga lo bueno!

Anónimo dijo...

Tanto palo interno, sobre todo cuando se nota que son escritos por ex parejas, ya aburrió.¿ O son los autores riendose de si mismos?

Anónimo dijo...

Habria que ser muy inocente o literal para pensar que con ex novios/as.
Es gente que conoce las internas amorosas y como a las ballenas les encanta meter el dedo en la llaga.

Pablo D me encantas!

Anónimo dijo...

a los que realmente odio es a aquellos idiotas que se creen cool porque anuncian que ellos con la tecnología no se llevan, y te miran con cara de que sos un pelotudo porque dijiste que la foto qu ete piden la subiste a facebook.