Yendo por la diagonal, bajo la sombra y el aroma de los tilos, encontramos a Dickens Pub. Las mesas y sillas son clásicas, la música suve; con el café: amaretis y con la birra: maní. En una esquina, el blanco de los dardos: ¿nos los pueden dar para que los arrojemos sobre los músicos que nos aburren?
Porque está muy bien que no todos los bares tengan mucha luz, estética chill out y bandas de covers. Pero la gente de Dickens de tan conservadora se va al carajo. Sinceramente: ¿cuántas veces podemos escuchar a los virtuosos pero mortalmente aburridos músicos del jazz local un viernes a la noche? Puede ir una pareja que está conociéndose, ambos son biólogos de más de treinta que pueden suplir la ausencia de diálogo con la guitarra de Armani; también el clásico profesor gay que aprovecha la oportunidad de darle a conocer al efebo a Fats Fernández para intentar seducirlo (piensa que no se va a dejar, pero una ayudantía no se consigue tan fácil); en otra mesa está sentado Aletto soñando con la lectura pública de su cuento en el ágora, su desagravio, redención y castigo a sus detractores (perdón, pero teníamos que mencionar al escritor candente. Nota para Mcyanover / ¿Virginia Ceratto?: no vale la pena mandarle un mail con esto a nadie) también están los clásicos alumnos de los músicos, que persistirán en sus clases mientras les des la guita y la paciencia (dormirse sobre la mesa no les sumará puntos).
Son muy lindos los lugares típicos, pero yendo por la vía de la ausencia de renovación... dentro de poco van a parecerse al Orion de Ferio Spinoza.
Porque está muy bien que no todos los bares tengan mucha luz, estética chill out y bandas de covers. Pero la gente de Dickens de tan conservadora se va al carajo. Sinceramente: ¿cuántas veces podemos escuchar a los virtuosos pero mortalmente aburridos músicos del jazz local un viernes a la noche? Puede ir una pareja que está conociéndose, ambos son biólogos de más de treinta que pueden suplir la ausencia de diálogo con la guitarra de Armani; también el clásico profesor gay que aprovecha la oportunidad de darle a conocer al efebo a Fats Fernández para intentar seducirlo (piensa que no se va a dejar, pero una ayudantía no se consigue tan fácil); en otra mesa está sentado Aletto soñando con la lectura pública de su cuento en el ágora, su desagravio, redención y castigo a sus detractores (perdón, pero teníamos que mencionar al escritor candente. Nota para Mcyanover / ¿Virginia Ceratto?: no vale la pena mandarle un mail con esto a nadie) también están los clásicos alumnos de los músicos, que persistirán en sus clases mientras les des la guita y la paciencia (dormirse sobre la mesa no les sumará puntos).
Son muy lindos los lugares típicos, pero yendo por la vía de la ausencia de renovación... dentro de poco van a parecerse al Orion de Ferio Spinoza.
7 comentarios:
Propongo matar también a Ferio Espinoza, que se quiere hacer el cool con sus festivales de jazz, pero de jazz no entiende un carajo, se quedó en los años del dixie, con mucha suerte.
Eso, si, Maten a Ferio Espinoza, si lo de Dickens es aburrido lo del viejo ese es musica cremada.
Perdón, pero una vez fui al Orion y era todo tan bizarro que pasé una noche fantástica (aunque el hecho de haber tomado mucho debe haber contribuido).
La Ergonomía es la ciencia que estudia la comodidad, esto es, la relación entre las palancas naturales del cuerpo (muñeca, codo, hombro, cadera...) y las medidas corporales para adaptar a la dimensión humana herramientas, muebles y viviendas. Las medidas ergonometricas indicadas para la altura de una mesa es de 70 cm. Si uds. se toman el trabajo de medir las mesas ubicadas en el sector fumadores de este cálido pub marplatense se sorprenderán al constatar que es el único en el mundo, si oyeron bien, el único en el mundo cuyas mesas se distancian del piso mas de 80 cm. Si ud se retira de Dickens con dolor de espalda, alli tiene la explicación. Tambien se explica porque nadie se haya fijado en sus pechos recien estrenados, ya que lamentablemente quedaron escondidos ante la altura absurda de esas mesas-tortura.
Conozco al profesor gay que se quiere levantar a los alumnos... o hay más de uno?
Seguro que hay más de uno... al que yo conozco lo apodan Taradoncher.
jajaja dickens jajaja yo fui dos veces y no habia nadie...y una chica al lado de mi mesa dijo:Uh q loco una ventana q no da a ningun lugar...y el amigo ya comenzo a "filosofar" sobre la ventana y el lugar q segun el era muy copado....bue, a mi me parecio un lugar mas...lo unico extraño es la gente q va...
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