lunes, 3 de noviembre de 2008

Matemos a Maradona

No pensábamos postear tan pronto, ni adelantarnos al fracaso que se viene con el partido ante Escocia pero…

Sí, es el más grande; es Dios. Y lo trajo a Bilardo al ruedo otra vez. Todo más que bien. Pero ya está, cansó casi sin hablar siquiera: no se puede convocar un equipo de tantos asesores y técnicos que pronto, si seguimos así, tendrá casi la misma cantidad de integrantes que el seleccionado. ¡Y encima llama a cada muerto...! Nos gusta el circo pero no para tanto: ¿el próximo convocado será Cóppola? ¿Por qué no arman con Suar un reality para confirmar a los ayudantes?
Que vuelva el Diego gordo y delirante; éste, amigo de Grondona y alabado por los obsecuentes periodistas deportivos (qué obviedad esta última) nos hincha las pelotas.

7 comentarios:

DaFeBa dijo...

Totalmente, hay que adelantarse, después todo el mundo lo va a criticar... pero un verdadero espíritu rebelde se atreve a criticar lo que nadie más se atreve.

Maradona es un mal técnico, fue mal técnico en Mandiyú y Racing, y se fue con una patada de los dos clubes.

Anónimo dijo...

también estoy de acuerdo... ¿por qué no convoca a Simeone ahora que quedó libre de River? ¿o sería mejor decir que River si liberó de Simeone?

Anónimo dijo...

Maradona sólo tendría que dedicarse a hacer declaraciones bizzaras, no más fútbol

Anónimo dijo...

Maradona, nos tenés podridos! Volvé a drogarte y seguí hablando boludeces, que haciéndote el careta sos patético!!!

Anónimo dijo...

MATEMOS A NALBALDIAN!

Primero quería que Nadal jugara con todas las desventajas posibles: que el clima y la altura de Córdoba lo iba a beneficiar al cordobés y perjudicar al español, y que la hinchada cuartetera y futbolera de Córdoba lo enloqueciera. (Si fuese por él, lo hubiera hecho llegar a Nadal a nado para que estuviera más cansado).
Después se supo que además Nalbaldian cobraría más si se jugaba en Córdoba y encima estaba entongado con el Orfeo.
Entonces se cansó de despotricar en contra de Mar del Plata.
Cuando vino, con varios kilos de más, ganó un partido y perdió otro. El día que ganó, dijo que jugó muy bien porque él es el mejor. El día que perdió, se borró y mandó al otro gil a hablar con la prensa, y después se pelearon en el vestuario.
Al 3º día, cuando Verdasco lo mató a pelotazos al argentino, ahí demostró que es un verdadero grasa cuando ni siquiera quiso saludar al equipo español, como hicieron todos los demás y como se hace siempre.
La verdad es que los argentinos nunca jugaron como equipo, porque Nalbaldian siempre se creyó que era una estrella (y hasta se peleó con "Frankestein" Del Potro cuando hace poco le ganó por robo). Los españoles sin Nadal ganaron por afano porque sencillamente eran mejores. Pero para Nalbaldian, por supuesto, la culpa ahora va a ser de Mar del Plata.
Y para colmo, cuando algún chico o chica le pide sacarse una foto con él, accede de mala gana poniendo cara de fastidio... ¡como si fuese una estrella! (aunque las verdaderas estrellas tienen siempre mejor cara y hasta una sonrisa para sus fans)

Se las da de deportista pero es un gordito grasa, ventajero, soberbio y fanfarrón.
Dedicate a comer medialunas, NABOLDIAN!

Anónimo dijo...

Disculpen, había olvidado mendionar que también el ventajero Naboldian eligió el tipo de cancha rápida para que desfavoreciera a Nadal.
Volvete a Córdoba a escuchar a la Mona Giménez!

Anónimo dijo...

Les mando un extracto del Página/12online:
"Primero, Nalbandian se abrió del grupo y solicitó un cambio en el reparto histórico, lo que generó uno de los cruces con Del Potro durante la última gira europea. Hasta el propio presidente de la Asociación Argentina de Tenis, Enrique Morea, aseguró que a los tenistas sólo les interesaba la plata. Incluso, según publicó ayer el diario Olé, el miércoles hubo un nuevo reclamo económico de parte de Nalbandian, que buscó apoyo en sus compañeros y hasta los habría tildado de “cagones” si no se sumaban a su causa. “Yo no quiero ni necesito nada más”, fue la respuesta de Del Potro, que de esa manera sumó un nuevo desplante hacia el líder del equipo."
¡Volvé a la bailanta, Nalbandian!